miércoles, 16 de septiembre de 2015



Mi viaje sin sentido que después tuvo sentido.

19: 48 hrs. Arranca el bus rumbo a mi fuga
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20:51 hrs. abandono Nuevo León escuchando Impacto, de enjambre; la oscuridad de la carretera hace que mis pensamientos se conviertan en palabras escritas, soy un acérrimo habitante de Monterrey, de esta tierra agreste, moderna y cruel, aún no he avanzado más de 10 kms. de la guardarraya estatal y ya la extraño,  la voz de Lo Blondo me arrulla mientras trato de escribir, che vieja que hermosa voz tiene.

22: 10 hrs. Saltillo, no ha perdido aun su inocencia, ha crecido y se ha modernizado, pero no deja su aire provinciano, estoy llegando a la central de autobuses de la ciudad y me vienen a la mente infinidad de recuerdos de cuando viajábamos a Parras a pasar el fin de semana con la familia de Alberto y Mario, salimos de la central de Saltillo mientras en mis audífonos Highway Star de Deep Purple, me anima la noche que al parecer será larga, mi sección del autobús ya se llenó, y por si fuera novedad, no tengo absolutamente nada de sueño, Highway Star abre el paso a Speed King mientras mi mente me retrocede en el tiempo, a mis 16 años, cuando viajar era aventura al 100 por ciento, cuando no importaba nada, solo disfrutar todo. La luna esta en cuarto menguante y parece reír de mi presencia, de mi pasajera presencia en la carretera; adiós Saltillo, te quedas con tu inocente soledad…

02:20 hrs. Zacatecas, tu tierra se vislumbra rojiza en la oscuridad de la noche, la poca gente que se aparece en las calles luce con chamarra.

02:37 hrs. Ingresamos a la central de autobuses de Zacatecas, y esta como siempre, sola y limpia, no la recuerdo diferente. 02:48, abandonamos la central con rumbo a Aguascalientes, el mar de recuerdos comienza a levantar su marea. Duermo un rato, sé que no me perderé la entrada a Aguascalientes.

04:10 hrs. Despierto y lo primero que veo por la ventanilla es el hotel las Trojes, estamos entrando a Aguascalientes, después de 13 años de no pisar esta tierra, un torbellino de recuerdos se agolpa en mi mente, aún está fresco el ambiente, la gente en la calle lo hace notar con sus cuerpos abrigados con chamarras ligeras. En cuanto avanzamos por la ciudad, los recuerdos se agolpan en mi mente, el hotel Elizabeth, el Merendero kikos, la palapa de Charlie, la plaza de toros, la feria y por supuesto, el Inegi. Che Aguascalientes, aguas chidas, donde venir cada mes a la conciliación era la máxima diversión.

Me dejo llevar por los recuerdos, dentro de un rato seguiré escribiendo…