En el desvelo laboral.
La
noche avanza rápido, no hay movimiento en las calles más que el constante pasar
de las patrullas tratando de dar la apariencia de estar realizando su trabajo,
aunque la realidad a ojos vistos es que están a la búsqueda de algún incauto
que se atreva a andar a estas horas por las inmediaciones de la ciudad, ladrones
con placa que delinquen ante la mirada de propios y extraños, que se alisan los
bigotes al ver a algún paisano con sombrero y caerle encima para extorsionarlo,
mareándolo con el speech aprendido con los más viejos de la demarcación…
mientras en mis oídos Hello Seahorse
me trata de arrullar utilizando la voz de Lo Blondo para ello.
La
noche avanza rápido y yo sigo pensando en ti, la falta de café en mi organismo se
hace notoria por el constante movimiento de mi cabeza a los lados, como
buscando algo que la mantenga inmóvil encima de mis hombros, el aroma del café que
emite la cafetera me saca de mi cavilación, de mi constante meditar sobre ti.
La
noche avanza rápido y yo sigo pensando en ti, en la curvatura de tus caderas,
en la profundidad de tus ojos, en la dulzura de tus labios, en la muy
incomparable suavidad de tus pechos. 04:20 de la mañana y el primer incauto es
detenido en las calles por la siempre vigilante policía, quien al realizarle la
debida revisión se dan cuenta de que no trae ni para el camión, y con una seña
de “lárgate” lo dejan ir, que siga su camino…
La
noche avanza rápido y yo sigo pensando en ti, Hello Seahorse termina de endulzar el ambiente y da paso a Sting para seguir con esta tertulia de sentimientos
discrepantes, de ansiedades lubricas y de necesidades crecientes.
La noche
avanza rápido y yo sigo pensando en ti.
