martes, 13 de diciembre de 2016


Extrañando


(publicado el 20 de octubre del 2014)


Los extraño, no hay nada que no extrañe mas que a ustedes, sus preguntas, sus inquietudes, sus sueños o simplemente esa necesidad constante de expresar una idea o una pregunta, extraño todo eso pero mas extraño su esencia intangible, su sonrisa sincera y su hablar constante... los extraño hijos, a los tres.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Entre trafico lento, calles sucias y peregrinaciones...

15:55 hrs., apenas abordando el camión para llegar a casa, el centro es un desmadre, hay un tráfico caótico, semáforos fallando, mucha gente en las aceras que se ven invadidas por los puestos ambulantes, es un total y bien organizado desmadre... el camión avanza lentamente al igual que mi enojo el cual lo voy sintiendo en la cara, roja y caliente; hasta que al fin me doy cuenta del motivo por el cual el trafico esta desquiciado: peregrinaciones... que culpa tenemos los no creyentes de la ferviente e ignorante fe del pueblo guadalupano?? porque querer arrastrarnos a su estúpida fe en falsedades? porque castigar al grueso de la población con sus actividades obscenas al ojo escéptico? respeto las creencias de los demás, pero porque tenemos que pagar las atrocidades de una fracción de pueblo hipócrita que cree que al realizar este tipo de marchas lograra el perdón o la gracia de un ente inexistente? sé que ante esta pequeña rabieta mía se exasperaran los ánimos de algunos o algunas creyentes, pero, por lógica y respeto al derecho ajeno, no sería mejor que hicieran sus falsas exhibiciones de amor teológico durante la noche y así no afectaran el movimiento de quienes sabemos que el trabajo es el principal motor de nuestras vidas y no la creencia efímera de un día en deidades ficticias? no estoy enojado, ni siquiera encabronado, estoy emputadisimo; no es justo este trastoque de movilidades arengado por algunos entusiastas religiosos que creen salvaran el "alma" de ir al infierno si logran que se realice una marcha de este tipo; cuanta hipocresía se ve reflejada en estas manifestaciones de origen indígena que ahora en la supuesta modernidad de los tiempos ejercen los creyentes, y si supieran que tales espectáculos fueron en parte ideados por los antiguos indígenas para rendir culto a sus dioses paganos y que el hambre de riqueza y poder de la iglesia convirtió en forma de manejo de masas para un mejor control de ellas y así lograr mejores diezmos y favores a la iglesia que representaban, es indignante la desfachatez de los participantes a tales eventos, arrastrando a niños, ancianos y enfermos para engrosar las filas de peregrinos infectando a los pequeños con el virus malsano de la religiosidad fanática. Gran estupidez, pasé el año maldiciendo a medio mundo, engañando a mi pareja, robando, dando "mordida" a los polipuercos, gastando lo que no tengo... pero llega diciembre y al cabo voy a la peregrinación y con eso ya chingue, me gane el perdón de la virgencita; mis "destos", díganme si no es hipocresía al 1000 por ciento?. Y conste, soy creyente en Dios, pero mi Dios no es cruel, ni vengativo, ni me fuerza a creer en él, es un Dios que me dice que debo ser buena persona, que debo ayudar a quien sea, que no me debe importar su sexo, color, u orientación sexual (pinches jotos), que debo estar en paz conmigo mismo porque de otra manera no puedo ofrecer esa paz. Mi Dios es amor puro, sin religiones, que lo unico que me pide es creer solo en el. Por favor, si deveras quieren seguir con sus demostraciones de fe sin afectar a terceros, porque no el próximo año se van a la Huasteca y arrancan de ahí hacia la colonia independencia, pero vénganse por el lecho del rio santa Catarina y otros que arranquen desde Guadalupe, ahí podrán matlichingar de la forma que quieran, de rodillas, de espalda, de nalgas y tardarse el tiempo que quieran, al fin y al cabo ahí no estorban el paso de nadie. Tengan un poquito de sentido común y no afecten al grueso del pueblo, habemos quienes SI queremos llegar temprano a casa.

Por algo la iglesia odia a Benito Juárez, por que trato de abrirle los ojos al pueblo esclavizado por la religión mal aplicada.